Antíoco III el Grande hace alarde de su ejército a Aníbal antes de la batalla de Magnesia, 190 a.n.e.
Ilustración de Curundil.La ilustración recrea una famosa anécdota contada por el escritor romano
Aulo Gelio en sus
Noctes Atticae (Noches áticas, libro V cap. V):
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Estaba el rey Antíoco mostrándole en una llanura la gran cantidad de tropas que había reclutado para hacer la guerra al Pueblo Romano y hacía desfilar al ejército engalanado con insignias de oro y plata; presentaba también carros pertrechados con hoces, elefantes con torres y la caballería resplandeciente por sus frenos, gualdrapas, arreos y faleras. Entonces el rey, orgulloso al contemplar un ejército tan numeroso y tan equipado, se quedó mirando a Aníbal y le dijo: "¿Crees que todo esto puede compararse a los romanos y será suficiente para ellos?". Entonces el cartaginés, burlándose de la indolencia y la ineptitud de aquellos soldados tan lujosamente armados, contestó: "Sí, creo que todo esto es más que suficiente para los romanos, a pesar de que son muy avaros". Y es que no puede decirse nada ni tan gracioso ni tan lacerante: el rey le había preguntado sobre el número de soldados y sobre la relación comparativa de sus respectivas fuerzas, pero Aníbal le contestó refiriéndose al botín.
Pobre Antíoco...
